En el último año, son cada día más los consumidores que consideran que los precios a pagar por la energía eléctrica en sus domicilios son demasiado elevados, esta subida de los precios de la energía, viene fuertemente marcada por la inestabilidad geopolítica causada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que ha provocado una subida generalizada de los precios, especialmente en el sector energético.
Es por este motivo, que llegado el momento de tener que renovar el contrato de suministro, o en caso de realizar un cambio de domicilio, antes de realizar la mudanza e instalarte en la nueva vivienda, se debe analizar el consumo que se lleva a cabo en el hogar para poder seleccionar el contrato que mejor se adapte a las necesidades energéticas de la vivienda.
Y es que, en la actualidad, podemos encontrar gran variedad de opciones a la hora de contratar los servicios de las compañías eléctricas, pudiendo incluir el contrato eléctrico dentro de dos mercados energéticos distintos: el mercado libre y el mercado regulado, lo que definirá el tipo de tarifa aplicada, diferenciando entre tarifa libre o regulada.
Pero ¿En qué se diferencian estos dos mercados energéticos?
Mercado libre y mercado regulado. Principales diferencias
Como se ha comentado, a la hora de realizar el contrato eléctrico de un inmueble, se nos presentan dos alternativas entre las cuáles escoger, por lo que antes de decidir se deben conocer las principales características y diferencias existentes entre ambos.
- Empresas existentes y condiciones: Mientras que en el mercado libre operan una gran cantidad de compañías,que poseen total libertad a la hora de fijar las condiciones contractuales, compitiendo por conseguir clientes, en el mercado regulado únicamente actúan un total de ocho empresas comercializadoras de energía, las cuáles no son libres de fijar las condiciones de los contratos, sino que deben fijar las condiciones y los precios marcados por el Gobierno, que las fija en función de la oferta y la demanda energética.
- Tarifas: Mientras que en el mercado libre existen gran cantidad de tarifas, ofrecidas por las distintas compañías que en él operan, en el mercado regulado solo existe una única tarifa para todos los usuarios, conocida como PVPC o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor, la cuál se divide cada día en tres tramos horarios que presentan distintos precios de la energía, estableciéndose el tramo Valle, el tramo llano y el tramo pico.
- Potencia: Cuando se contrata la luz a través del mercado libre, se puede contratar la potencia que se desee, sin que existan limitaciones para ello, sin embargo, si el contrato se encuentra sujeto a las condiciones del PVPC la potencia máxima de la que se puede disponer es de 10 kW.
- Resto de condiciones contractuales: Los contratos regulados por el mercado libre pueden ser objeto de descuento y promociones, además de poder contar con servicios complementarios por parte de las empresas comercializadoras, utilizando estas técnicas como reclamo de clientes, mientras que en el mercado regulado, las empresas no pueden ofrecer este tipo de beneficios a sus clientes.
- Bono social: Quienes se encuentren sujetos al mercado libre, no tendrán la opción de solicitar el bono social, mientras que quienes operen dentro del mercado regulado sí podrán solicitar el bono social, siempre que se cumplan las condiciones establecidas para solicitarlo.
Es cierto que existen muchas diferencias entre ambos mercados, pero lo más seguro es que aún conociendo las diferencias que presentan no se sepa del todo bien qué opción es la mejor opción para realizar el contrato, por ello, analizamos los puntos clave a la hora de decidir.
¿Cuál de los mercados me conviene más para realizar mi contrato eléctrico?
Cada vivienda cuenta con unas características únicas, donde las necesidades energéticas varían, por este motivo, no se puede afirmar que exista una opción que siempre resulte mejor que la otra.
Para poder decidir correctamente cuál será más beneficioso entre el mercado libre o regulado, debemos tener en cuenta algunos factores que ayudarán a tomar la mejor decisión.
Estos puntos que se deben tener en cuenta son:
- Los horarios de mayor demanda de energía; pues si se puede estructurar el consumo en las horas que el mercado regulado es más económico, resultará la opción más interesante, mientras que si no se puede estructurar y el consumo mayoritario se realiza en los tramos pico, no resultará interesante el mercado regulado.
- La potencia necesaria para el correcto funcionamiento de la vivienda; si las necesidades energéticas del inmueble son superiores a los 10 kW de potencia, sólo podremos realizar el contrato en el mercado libre, quedando el regulado, por lo tanto, descartado.
- La posibilidad de solicitar el bono social, en cuyo caso, resultará más interesante incluir el contrato en el mercado regulado.
Es cierto que existen determinadas situaciones donde la elección del mercado se decanta más fácilmente, estas situaciones son:
Resulta más interesante el mercado regulado para los consumidores con acceso al bono social, para aquellos que pueden estructurar el consumo en las horas más económicas y para quienes se encuentran con el mercado energético a la baja en el momento de renovar el contrato.
Por el contrario, el mercado libre resultará la opción más atractiva para quienes consumen mayor energía en los tramos pico, para aquellos usuarios que deseen tener un precio fijo en la energía y para quienes por necesidades energéticas necesiten contratar una potencia superior a los 10kW.